lunes, 3 de octubre de 2011

VALORES Y EL CONTROL DE LA CONTAMINACION AMBIENTAL

Entre las estrategias para reducir la contaminación atmosférica están: la verificación de automóviles e industrias, la instalación de catalizadores, todo esto para reducir los niveles de CO2 y CO que contribuyen al calentamiento global de´l planeta.
Para la reducción de la utilización de insecticidas químicos tanta en cuestiones agrícolas como pecuarios, se ha dado énfasis al uso de productos naturales para el combate de plagas y enfermedades tanto en plantas como en animales.
Por ejemplo para combatir el gusano barrenador del ganado, se han utilizado moscas esterilizadas y con esto se ha evitado o reducido la utilización de insecticidas que contaminan el ambiente, y su escurrimiento al manto freático.
En el combate de plagas agrícolas, de igual forma en los últimos años se ha dado énfasis a la agricultura orgánica que consiste en la no utilización de insecticidas, fertilizantes, fungicidas y fitohormonas, sustituyéndolas por abonos orgánicos como el estiércol de animales, abonos que se obtienen de compostas y la utilización de organismos benéficos para el combate de plagas en los cultivos.
Por ejemplo en los últimos años en la Península de Yucatán, ha proliferado y extendido la plaga denominada “mosquita blanca” que ha afectado enormemente en los cultivos hortícolas, específicamente en el caso del chile habanero y tomate. Para combatir a esta plaga se ha hecho uso del hongo denominado “pascilomices pasiforme”, el cual detiene el crecimiento de dicha plaga.
De igual forma para combatir al pulgón verde se usa para combatirla al insecto denominado “catarina”. Y así como estos ejemplos, se usan otros insectos benéficos para combatir a otras plagas.
De igual forma para combatir las plagas agrícolas o para minimizar su efecto perjudicial en los cultivos, se hace uso de otras plantas que actúan como insecticidas orgánicos o ahuyentan a las plagas perjudiciales.
Como ejemplos de plantas que se utilizan para combatir las plagas agrícolas están el denominado como “xpujuc” que actúa como nematicida del suelo y se usa en lugar del bromuro de metilo, el cual es una sustancia muy tóxica. De igual forma se usa el maíz como barrera protectora, el ajo y la cebolla que se utilizan como repelente de otras plagas.
De igual forma se puede utilizar la planta denominada “x’pujuc” que es el cempazúchitl, para controlar a los nemátodos del suelo, que sustituye al nematicida químico bromuro de metilo (CH3-Br), el cual es efectivo pero sus residuos deterioran al suelo, además que en su aplicación, al ser un gas volátil y venenoso, la persona que lo aplica, puede inhalarlo y causarle daños a su salud.

Valores Y El Uso Racional De Recursos Naturales

El desarrollo de la agricultura propició la producción de grandes cantidades de alimentos con mayor fiabilidad y en áreas de tierra más pequeñas. Se perdió entonces la dependencia de los recursos salvajes, concentrándose en las regiones agrícolas la mayor parte del alimento demandado.
Con las nuevas demandas, el ambiente natural pronto excedió en su capacidad de proveer las necesidades primarias, generándose en la población necesidades secundarias.

Primero mediante el desarrollo de herramientas de cultivo y más tarde con animales domésticos para ayudar en las tareas agrícolas. Los nuevos requisitos obligaron a fertilizar las tierras con objeto de hacerlas más productivas. A su vez, para los alimentos que no podían ser consumidos crudos se necesitaron materiales para cocinar. Así, una amplia variedad de recursos naturales fueron precisados durante el levantamiento de las tierras agrícolas y el establecimiento de las poblaciones urbanas. Con el crecimiento de la civilización y la concentración de personas en ciudades, aumentaron los requisitos de recursos naturales y se extendieron aun más las necesidades secundarias.

Fue necesario organizar la agricultura sobre grandes áreas para proveer a los habitantes urbanos. El transporte desde las granjas a las ciudades llegó a ser esencial, así como el suministro a las industrias de metales y todo género de minerales, piedra, madera para la construcción de edificios, vehículos, etc. Además, fueron requeridos gran cantidad de animales domésticos (vacas, cerdos, ovejas, etc.). Las necesidades de las poblaciones urbanas aumentaron más allá de la simple supervivencia. Así, el hombre urbano se separó de la vida salvaje, pero esa ligadura ha perdurado siempre oculto en su ser, por ello siempre que puede abandona temporalmente las grandes urbes y recurre a ese contacto directo con la naturaleza de donde procede.

En su uso presente, la conservación de recursos naturales incluye una amplia gama de conceptos subsidiarios. Uno de ellos es el uso racional del ambiente, que incluye la preservación de áreas reservadas, sea para el estudio científico, o como utilidad estética o recreacional.

La preservación también sirve a un propósito ecológico para mantener la función del ambiente total, tal como la protección de bosques que asegure el sostenimiento de agua para las poblaciones urbanas; o la protección de estuarios que sostenga una pesquería en el océano. Pero la preservación o la protección de recursos naturales no es sólo preocuparse de la conservación; un uso racional también implica conservación. Así, segar las mieses, limpiar el bosque, rozar los prados para el ganado, pescar, son actividades coherentes y necesarias; igualmente, se puede considerar una parte legítima del uso racional de recursos la caza de animales salvajes, cuando se llevan a cabo de forma que perpetúen el recurso y no lo pongan en peligro.

Estas actividades envuelven otro concepto, el de rendimiento sostenido. Se entiende como rendimiento sostenido, por ejemplo, cuando se caza y pesca tomando sólo el sobrante anual de individuos, así como no poner en peligro las crías que mantendrán ese sostenimiento. Igualmente, la tala de árboles o el corte de céspedes debe eliminar únicamente el incremento anual, o la porción capaz de ser reemplazada a lo largo de un periodo de años, mediante proceso natural o con ayuda humana si es necesario.

Si en un futuro se redujera el crecimiento de la población, sería posible disfrutar de un buen desarrollo tecnológico, un buen nivel de recursos vivos, y una amplia gama de lujos, en tanto que la presión sobre los recursos disponibles sobre la tierra sería aceptable. Pero con el crecimiento de la población humana, con una tecnología cada vez más exigente, y con crecientes demandas de materiales, la presión sobre dichos recursos de la Tierra aumenta firmemente. Todas estas circunstancias imprimen al ser humano un futuro incierto. Sólo mediante el fomento de la concienciación social en cuanto a las limitaciones humanas sobre la Tierra, complementado con políticas realistas de conservación, reutilización y reciclaje, se podría dar un giro a estas tendencias sin perder en esencia la calidad de vida que nos hemos dado y que luchamos frenéticamente por mantener.

Existen áreas más amplias de captación o uso de recursos naturales tales como la atmósfera o los océanos, en los cuales la utilización por parte del usuario no se encuentra bajo una autoridad reconocida, esto provoca a menudo que el recurso quede deteriorado. Aunque cada pescador genera con sus actividades un efecto muy pequeño en los recursos del océano, el efecto de las actividades de todos los pescadores amenazaría su existencia. De forma semejante, cada conductor de un automóvil no poluciona por si solo la atmósfera global, pero todos los automóviles circulando por todas partes del mundo, contribuyen a que se forme un nivel de polución muy apreciable. Es aquí, donde se precisa una autoridad reconocida que ejercite el control.

EFECTOS COLATERALES, VALOR ESTETICO Y TECNOLOGICO.


EL VALOR TECNOLOGICO

DESDE QUE EL SER HUMANO APARECION EL LATIERRA HAY TECNOLOGIA,  ESTA MISMA HA SIDO UNA FUERZA PODEROSA PARA EL DESARROLLO DE LA CIVILIZACION.


LA TECNOLOGIA AUMENTA LA POSIBILIDADES PAA CAMBIAR AL MUNDO. EL SER HUMANO SE SIRVE DE LA TECNOLOGIA PARA INTENTAR TRANSFORMAR EL MUNDO A FIN DE QUE SE ADAPTE MEJOR A SUS NECESIDADES.


PERO LAS CONSECUENCIAS DE CAMBIAR AL MUNDO SON CON FRECUENCIA COMPLICADOS Y PREDECIBLES.

EFECTOS COLATERALES

LOS EFECTOS DE LAS TECNOLOGIAS ORDINARIAS PUEDEN SER PEQUEÑOS INDIVIDUALMENTE, PERO SIGNIFICATIVOS EN CONJUNTO.


 ALGNOS EFECTOS COLATERALES SON INESPERADOS DEBIDO A LA FALTA DE INTERES O RECURSOS PARA PREVEERLOS.

LOS EFECTOS SECUNDARIOS INESPERADOS PUEDEN SER INACEPTABLES DESDE LOS  PUNTOS DE VISTA ETICO, ESTETICO O ECONOMICO PARA UNA GRAN PATE DE LA POBLACION, DANDO POR RESULTADO CONFLICTO ENTRE LOS GRUPOS DE LA COMUNIDAD.


PARA MINIMIZAR DICHAS CONSECUENCIAS LOS PLANIFICADORES ESTAN VOLVIENDO AL ANALISIS SISTEMATICO DE RIESGOS.  SIN EMBARGO ESTE ANALISIS PUEDE SER COMPLICADO.


 LAS REACCIONES PSICOLOGICAS DE LAS PERSONAS ANTE LAS CONTINGENCIAS NO NECESARIAMENTE ENCAJAN DE MANERA ESTRICTA EN UN MODELO MATEMATICO DE COSTO Y BENEFICIO.

 LA INTERPRETACION PERSONAL DE LOS RIESGOS PUEDE ESTAR INFLUIDA EN GRAN PARTE POR LA FORMA EN QUE SE ESTABLECEN, POR EJEMPLO COMPARA LA MUERTE CON LA PROBABILIDAD DE SOBREVIVENCIA, LOS RIESGOS EXTREMOS CONTRA LS RIESGOS ACEPTABLES.

VALOR ESTETICO

DEBIDO A LA ACELERACION DE LA TRANSFORMACION ANTROPICA DEL TERRITORIO SE VAN DETECTANDO DOS PERCEPCIONES ESTETICAS:

POR UNA PARTE LA PERCEPCION ESTETICA NEGATIVA DE PROCESOS ARTIFICIALIZACION QUE TRANSGREDEN DE FORMA EVIDENTE, Y POR OTRA EL INCREMENTO DEL VALOR ESTETICO DE AQUELLAS ZONAS DONDE NO EXISTE INTERVENCION ANTROPICA VISIBLE.

LA RECUPERACION DEL INTERES ESTETICO POR LA NATURALEZA PUEDE COMPROBARSE  A TRAVEZ DEL ARTE CONTEMPORANEO.

LA MULTIPLICACION DE PARQUES DE ESCULTURA, CONFIRMA LA REVALORIZACION DE LA EXPERIENCIA DEL BOSQUE COMO LUGAR IDONEO PARA LA UNION ENTRE ARTE Y NAURALEZA.


domingo, 4 de septiembre de 2011

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO


El crecimiento económico de una comunidad, poblado o ciudad, propicia que los habitantes de los mismos, adquieran artículos u objetos, como producto del auge económico.
Por ejemplo al aumentar el poder adquisitivo de las personas, o bien como producto de la vida acelerada de la actualidad se ven en la necesidad de adquirir vehículos motorizados, y en ocasiones hay cada uno de estos vehículos para cada uno de los miembros de la familia. Esto sin duda en para satisfacer una necesidad de transportarse de manera ágil, pero la gran cantidad de vehículos que existen en la actualidad en las grandes ciudades, se generan grandes cantidades de contaminantes a la atmósfera.
Como producto del crecimiento económico de las personas y de la sociedad, y debido a la demanda de mayores cantidades de alimentos, vestuario, servicios etc. se tienen que desmontar mayores superficies de terrenos para el cultivo, se tienen que instalar más fábricas para producir ropa, productos alimenticios, y otro tipo de productos, con la consecuente emisión de contaminantes ya señalados en secciones anteriores.
Como producto del crecimiento económico y en consecuencia del aumento de la población humana en un determinado lugar, se tienen que realizar acciones u obras de urbanización, pero con las consecuencias anteriormente descritas en secciones anteriores, como la generación de grandes cantidades de basura orgánica e inorgánica, alta emisión de contaminantes atmosféricos, mayor utilización de todo tipo de energía.
Generación de mayor cantidad de ruidos, caos vial por la gran cantidad de automotores, desmonte de mayores superficies para la construcción de conjuntos habitacionales, hospitales, y otras instalaciones u obras para cubrir determinadas necesidades.
En conclusión, el crecimiento económico de una comunidad, de una ciudad o de un país, sin duda alguna genera beneficios, comodidad y permite la adquisición de vehículos automotores para un transporte rápido y ágil para los habitantes de los mismos.
Pero un mayor consumo de alimentos, genera más cantidad de basura, una extensiva industrialización genera grandes cantidades de contaminantes atmosféricos, obras de urbanización como la construcción de viviendas y vías de comunicación como carreteras, puentes etc, altera o modifica los ecosistemas por el cual atraviesan, con el consecuente perjuicio para la fauna y flora del lugar, y la gran cantidad de vehículos automotores que las personas adquieren como consecuencia del crecimiento económico, generan una gran cantidad de contaminantes atmosféricos como los óxidos de carbono, de nitrógeno y de azufre, que generan la formación de lluvia ácida, smog, deterioro de la capa de ozono y calentamiento global.
 

IMPACTO EN LA URBANIZACIÓN


Podemos entender por urbanización como la construcción de obras en las poblaciones, comunidades y ciudades tales como viviendas, vías de comunicación como las carreteras, introducción de agua potable,  drenaje, energía eléctrica, escuelas,  etc. Todo ello para beneficio del ser humano.
Otras de las obras de urbanización son la instalación de grandes centros comerciales en las ciudades, gasolineras, industrias, hospitales y ductos en los que se transportan combustibles como el gas natural, gasolina etc.

Todas las obras de urbanización se llevan a cabo con la finalidad de brindarle una vida más cómoda a los habitantes de una población o ciudad, sin embargo antes de llevar a cabo una obra de urbanización se debe analizar el impacto que dicha obra causará al entorno ecológico o perjuicios a las personas que viven adyacentemente al lugar en donde se pretende llevar a cabo la obra.
Por ejemplo en la construcción de una carretera o una autopista, se debe tener cuidado en no dañar considerablemente el ecosistema adyacente en donde va a pasar dicha vía de comunicación y deben de cercarse ambos lados de la vía para evitar que los animales silvestres crucen la vía y ocasionen accidentes a los usuarios de la misma.
En la instalación de una gasolinera, se debe construir a una cierta distancia de las zonas habitacionales, además de contar con instrumentos o aparatos contra incendios, dado que es un lugar donde se manejan productos inflamables. También se debe disponer de un buen drenaje y evitar que los combustibles lleguen a los mantos freáticos y contamine a los mismos.
En la construcción de hospitales, de igual forma se deben construir a una determinada distancia de las casas habitación, además de que genera desechos peligrosos desde el punto de vista de patogenicidad de los mismos se deben tomar medidas para su desecho adecuado para no ser fuente de contagio de las personas.
La instalación de industrias, de igual forma, estas se deben establecer en determinados lugares destinados ex profeso para ello, es decir a una determinada distancia de las zonas poblacionales, además de que se deben verificar que los desechos generados por los mismos se eliminen adecuadamente para no ser fuente de contaminación.
Cuando en un determinado lugar se va a instalar ductos que transportan combustibles, se debe evitar que se establezcan asentamientos humanos en esos lugares y colocar señales que indican que por dicho lugar se transportan materiales peligrosos o inflamables con el fin de evitar accidentes como el provocado por el fuego.
En la instalación de plantas generadoras de electricidad se deben dar prioridad a los que usan tecnologías limpias como las hidroeléctricas, en el cual se hierve agua y el vapor de ésta se utiliza para mover turbinas que se conectan a generadores eléctricos, en lugar de quemar combustibles como el carbón y el petróleo, que además de utilizar estos recursos no renovables, la combustión de los mismos generan gases que contaminan a la atmósfera.

LA POBLACIÓN HUMANA


Gracias a su extraordinaria capacidad de adaptación y a su creciente desarrollo tecnológico para hacer un mejor uso de la energía subsidiada en aras de ahorrar la energía metabólica que utiliza, la especie humana ha crecido de manera considerable.
Los antecedentes más lejanos del hombre datan de hace 7.5 millones de años y los más cercanos de hace tan sólo 100, 000 años, en que apareció el hombre moderno. Desde que el hombre descubrió la agricultura y la ganadería dejó de ser nómada. A partir de este momento la población humana ha ido creciendo exponencialmente.

En el año 8000 A. C., ya había 5 millones de personas; en el siglo I D. C., había alrededor de 250 millones de individuos; en 1800 D. C. la población mundial era de 2500 millones de personas; para 1970 ya había ascendido a 3500 millones de individuos y en la actualidad, ya somos alrededor de 6500 millones de personas. Se calcula que para el año 2050 habrá 10000 millones de habitantes.
Es evidente que el crecimiento de la población humana va en constante aumento. ¿Hasta dónde llegará este crecimiento?.
Aunque las estimaciones son bastante discordantes, los cálculos señalan que, de seguir este crecimiento, dentro de 600 años habría 1 hombre por cada metro cuadrado de tierra emergida.
Esto, obviamente, nunca ocurrirá, pues, al igual que cualquier otra especie, el hombre se verá sometido a la presión de los factores limitativos bióticos y abióticos que estabilizarán su número dentro de los ecosistemas en que habita. De hecho, estos factores limitativos ya están actuando: hay 900 millones de personas en la más absoluta miseria en algunas regiones del planeta; hay falta de alimentos y muchas personas mueren.

Dentro de pocos años, más de 60 países del mundo no podrán alimentar a sus cerca de 1000 millones de ciudadanos; la gran cantidad de habitantes que tienen algunos países ha provocado guerras por espacio, alimentos y energéticos; además el ambiente de muchas ciudades industriales se ha degradado tanto que, incluso, es peligroso vivir en ellas.
Aunque es evidente que la especie humana no ha alcanzado la máxima explotación posible de los recursos alimenticios de la biósfera, es obvio también que pronto empezará a competir entre sí y con otros organismos por el espacio, los alimentos y la energía, y en esta lucha siempre habrá bajas para mantener y estabilizar a la población en niveles de equilibrio con las demás poblaciones de los ecosistemas.

Tal vez nuestra especie esté en las últimas etapas de crecimiento exponencial y pronto estará a la fase de detención brusca de crecimiento por efecto de los factores limitativos (falta de alimento, enfermedades, escasez de energía etc.) para, finalmente, llegar a una etapa de equilibrio con el medio y con los demás organismos.